Realidad de la etnia gitana en la escuela
La comunidad gitana es la principal minoría étnica en España. Actualmente se encuentra en situaciones de desventaja, contando con una exclusión social y educativa.
Se observa un alto porcentaje de fracaso escolar en la etnia gitana. Esto se debe concretamente a varios factores, entre ellos, el absentismo provocado en su mayoría por el trabajo nómada que desempeñan los padres, como la venta ambulante, las atracciones de feria y la chatarrería, y por la necesidad o el convencimiento de que los hijos tienen que ayudar a dichas labores. Otro factor importante es la cultura y las creencias que la definen: son educados desde pequeños a que su papel a desempeñar en la vida es, como mujeres, casarse a una temprana edad, concebir hijos y dedicarse a las tareas domésticas, y, como hombres, casarse a una edad temprana llevando a cabo un patriarcado y dedicarse a los negocios que sustentan la economía familiar; por lo que dejan temprano la escuela.
Esto produce un analfabetismo que les lleva a no saber leer ni escribir, pero también a ser ignorantes en cuanto a conocimientos esenciales para saber desenvolverse en convivencia en la sociedad actual.
En este aspecto, los docentes que cuentan con alumnado gitano, experimentan dificultades que deben de estudiar y contextualizar para saber buscar una respuesta educativa adecuada.
Para tratarlo, existen Programas de Atención a la Diversidad con los que ayudar a dichos alumnos, adaptando su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Como docentes, hay que intentar promover la sensibilización en las familias gitanas, sobre la importancia de la educación; promover la interculturalidad en el aula, es decir, que los alumnos conozcan las diferentes culturas con las que conviven y sean conscientes de lo que esto enriquece, logrando así un cambio de visión en el que se eliminan los estereotipos y la tendencia al agrupamiento con las personas de tu misma cultura, y por último, logrando también fomentar la integración.
De este modo, se irá eliminando la exclusión social y cultural, y las expectativas de futuro de los niños de etnia gitana, serán positivas.
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