Acoso escolar


EL ACOSO ESCOLAR

Es normal dedicar una entrada a este tema, pues se encuentra tan presente en la actualidad de hoy en día que ignorarlo supone algo imposible, muchos niños de diferentes edades sufren acoso escolar y esto puede desencadenar en un posterior fracaso escolar, llevándoles a desperdiciar su futuro académico inconscientemente. 

Para reflejar esta situación he recogido un artículo del periódico ABC acerca de este acoso y lleva adherida una explicación para el mismo y analiza las diferentes situaciones que puede desencadenar y si los padres en la mayoría de los casos son conscientes de ello. 

Mi hijo adolescente sufre acoso escolar. ¿Qué hago?

El acoso escolar siempre ha existido entre la población adolescente. Sin embargo hoy día, y por el auge de las redes sociales, parece que es mucho más cruel y llega con mayor efectividad. A las burlas en el ámbito del colegio se unen las que se hacen a través de vídeos o publicaciones en facebook, tuenti o cualquiera de las redes sociales que los adolescentes y pre adolescentes, usan.Muchos padres no son conscientes de que su hijo está siendo maltratado hasta que ya lleva una buena temporada sufriendo. Y también muchos padres no son conscientes de que sus hijos son los que perpetran ese maltrato. Hay que permanecer muy atentos, estar mucho en casa con ellos y hablar, hablar y hablar para averiguar si cualquiera de las dos cosas está sucediendo con ellos.
José Carrión es psicólogo en Cinteco y especialista en adolescentes y, en concreto, experto en estas lides. Explica a ABC que «en el inicio del período de socialización es habitual que encontremos respuestas agresivas entre iguales. Es en la preadolescencia cuando el grupo se revela como principal sistema de referencias, manifestando todo un despliegue de conductas y características que serán reforzadas o castigadas. Los enfrentamientos en el grupo de pares han definido las fronteras y la jerarquía en ocasiones como paso previo a las alianzas y al establecimiento del sistema relacional. El problema se agudiza cuando este tipo de conductas se mantienen estables a pesar del desarrollo evolutivo y forman parte de un estilo de actuación en el que el más débil se convierte en blanco de todos los ataques y el agresor instrumentaliza sus acciones para conseguir aprobación, respeto, incluso el propio refuerzo que dicha actividad le produce».
El psicólogo reconoce que lejos de erradicarse, el acoso escolar, va en aumento, «en los últimos tiempos podemos hablar de la violencia en el aula como un problema de gran dimensión como refleja la información de la que disponemos de diferentes países. En el caso de España, el último informe realizado por el Defensor del Pueblosobre maltrato entre iguales indicaba que un 3,9% de los estudiantes de enseñanza secundaria obligatoria había sufrido desde el comienzo de curso algún tipo de agresión física por parte de sus compañeros, un 27,1% había sido objeto de insultos y un 10,5% sufría situaciones deexclusión social».
Cuando las agresiones hacia un mismo individuo persisten de manera continuada hablaríamos de acoso o maltrato escolar también conocido como bullying, que puede ser definido como «una conducta de persecución y agresión física, psicológica o moral que realiza un alumno o grupo de alumnos sobre otro con desequilibrio de poder y de manera reiterada».
Mención especial merece todo lo relacionado con el ciberacoso que representa una modalidad de violencia a través de las nuevas tecnologías en la que el anonimato y la destreza del acosador cobran especial relevancia. Sólo los datos registrados sobre ciberacoso en España superan la incidencia de otras conductas delictivas. El experto añade que «el paciente que está siendo víctima de acoso escolar suele referir estados mixtos de ansiedad y depresión, su humor y su rendimiento académico han cambiado, puede mostrarse huidizo incluso con sus familiares, se avergüenza de su situación y se autocensura por no ser capaz de resolverla llegando a somatizar en las horas previas al horario lectivo. En el medio escolar evita situaciones como el recreo y el aula en los cambios de hora,espacios de «riesgo» donde ocurren la mayor parte de las agresiones. En ocasiones responde de manera poco asertiva exponiendo aun más su vulnerabilidad, confirmando su exclusión».
La conocida frase «son cosas de niños» es un gravísimo error. Para el psicólogo de Cinteco «se ha evidenciado que las secuelas del acoso escolar pueden determinar la aparición de trastornos psicológicos que, en ocasiones, perduran hasta la edad adulta, comprometiendo de manera permanente la calidad de vida del sujeto agredido».
¿Qué hacer si sospechamos o tenemos la certeza de que nuestro hijo está siendo sometido a un acoso? Ignacio Carrión lo tiene claro: «hay que poner el tema en conocimiento del centro escolar pues existenprotocolos de actuación estandarizados para intervenir en dicho medio y paralelamente es imprescindible valorar la situación psicológica de nuestro hijo, como en cualquier otra situación traumática la inmediatez en la atención favorece el pronóstico y previene la aparición de secuelas».

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